Corrupción
Las tramas de corrupción golpean la imagen de la clase política
La proliferación de casos de corrupción política en España en los
últimos meses, con los dos últimos episodios, el 'caso Bárcenas', que
pone en jaque la reputación del partido en el Gobierno, el PP, y las
supuestas cuentas suizas de la familia Pujol, han ahondado en la
desafección y en la desconfianza de los ciudadanos hacia la clase
política.
Resulta muy significativo que la última encuesta del CIS, hecha pública a
principios de enero, ponga de relieve que los partidos y los políticos
en general, así como la corrupción y el fraude, son, tras el paro y la
situación económica, los aspectos que más preocupan a los ciudadanos
españoles, muy por delante de asuntos como la Sanidad, la Educación o la
Justicia.
El de España no es un caso aislado; de hecho, la comisaria europea de
Interior, Cecilia Malmström, advirtió recientemente de que "tres cuartas
partes de los europeos siguen considerando la corrupción como un gran
problema en sus sociedades" y de que los resultados de la lucha contra
el fraude en la UE son "insuficientes".
Pero la oleada de tramas corruptas desveladas en nuestro país en los
últimos años, con episodios que afectan incluso a la imagen de la propia
Familia Real ponen de relieve la urgente necesidad de un proceso de
higienización democrática e institucional, con mecanismos de control de
la financiación de partidos y entidades públicas y de depuración de
responsabilidades que pongan coto a la corrupción, restablezcan la
credibilidad de la clase dirigente y eviten que se produzcan nuevos
episodios en el futuro.
La trama Gürtel, la cuenta multimillonaria de Luis Bárcenas en Suiza y
las acusaciones de qué este abonaba presuntamente sobresueldos en dinero
negro a dirigentes populares copan hoy la atención, pero no
constituyen, ni mucho menos, un caso puntual. Al contrario, el listado
de tramas de corrupción no ha parado de crecer en los últimos años,
sacando a la luz las madejas tejidas durante los años de bonanza y que
la grave crisis económica ha ayudado ahora a aflorar.
El caso de los EREs falsos en Andalucía (sin olvidar la operación
Malaya); las tramas de Palma Arena y Nóos, entre cuyos implicados más
relevantes se encuentran el expresidente balear Jaume Matas y el yerno
del Rey, Iñaki Urdangarín; o los episodios Pallerols y Palau de la
Música en Cataluña, que han golpeado de lleno la imagen de dirigentes y
exdirigentes nacionalistas, incluida la familia Pujol, son sólo algunos
botones de muestra de una nómina de corruptelas que como ha dicho la
vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano,no hace más que
"desprestigiar" la democracia.
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